Javier Abad (2011) nos habla en su artículo "Usos y funciones de las artes en educación y el desarrollo humano" de una evolución de la cultura a lo largo de la historia, la cual ha pasado de ser vista como "formas de expresión, representación y comunicación de valores y visiones de la experiencia humana" a una "cultura de masas" o "cultura popular". Y es precisamente en esta última en la que pretendo incidir con esta entrada haciendo uso del texto y autor citados.
Cultura popular
Se trata de un concepto que implica la participación de todos, el acceso de todos, pues su propio nombre lo indica: cultura popular, cultura de todos. Sin embargo, algo que puede parecer tan básico no lo es en la actualidad porque el acceso a la cultura sigue limitándose, en muchas ocasiones, únicamente a las clases altas de la población.
En contraposición a esto, me veo en la obligación de decir que la cultura es una parte esencial del ser humano, que nos define como seres únicos y diferentes y es precisamente eso lo que la dota de una gran riqueza. De modo que el acceso a la misma es un derecho y debe ser respetado, no solo para aquellos que producen la cultura o aquellos que tienen mayor posibilidad de acceder a la misma.
Además, la cultura, a través de las artes en su ámbito educativo puede y debe generar un cambio. Para lo que debe propiciar espacios de "exploración, reflexión y compromiso" tanto a nivel individual como colectivo.
Además, las artes fomentan la participación e implicación y crean tejido social, fomentan la unión ciudadana y el sentido de pertenencia a una comunidad. Esta es, desde mi punto de vista, una de las claves para la mejora de la sociedad. No hay nada como trabajar en equipo para conseguir algo, y cuando lo que pretendemos es reivindicar el cambio de una situación el arte puede convertirse en una gran herramienta si contemplamos sus potencialidades.
Las artes también pueden generar una mayor integración social y el descenso de las desigualdades mediante el fomento de habilidades como la tolerancia, la solidaridad y la conciencia creativa y crítica, tal y como hace el Programa Internacional MUS-E o como, de algún modo, también lo hacen iniciativas como CreArte, comentada en entradas anteriores., la cual fomenta el acceso a la cultura y el arte de todos ser humano interesado en aprender y compartir experiencias, independientemente de su sexo, raza, etnia, edad... Fomentando un aprendizaje conjunto y cooperativo y basado en valores como el respeto, la igualdad y la comunicación horizontal y bidireccional.
Para acabar, os dejo con un texto de Yehudi Menuhin que resume, de algún modo, muchos de los aspectos que puede fomentar el arte, y que de las manos de este claro defensor de la igualdad, fomentó en su momento. Yehudi Menuhin es el creador de la Fundación Yehudi Menuhin España que desarrolló el programa MUS-E previamente comentado.
"Reconciliar al mundo es demasiado ambicioso, pero al menos se puede formar a los niños para ser respetuosos hacia las diferencias, que son lo único que nos permite aprender: Si todos fuéramos iguales, no podríamos ofrecernos nada unos a otros. Por eso no debemos temernos, tener miedo nos vuelve enemigos. Nos ha de empujar la necesidad de realizar nuestros sueños, que constituye el porqué de la vida. No deberíamos estar gobernados por el miedo a cumplir nuestras pesadilas".
Yehudi Menuhin
¡Hasta la próxima!
Brenda Sáez Serrano
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