viernes, 18 de abril de 2014

La ludoteca


¿Cómo hacer uso del juego de un modo educativo?

Una de las mejores respuestas a esta cuestión se reduce a una sola palabra: 


Las ludotecas, tal y como afirma Carlos López Gil, son "instituciones recreativo-culturales" destinadas a niños y adolescentes cuya principal finalidad es desarrollar la personalidad del individuo a través del juego y del juguete. Por ello, "posibilitan, favorecen y estimulan el juego infantil" poniendo al alcance de los niños tanto los elementos materiales como las orientaciones y ayuda necesarias.

Muchas de estas funcionan por grupos de edad y trabajan aspectos como el juego libre, el juego educativo. Además, pueden ir más allá del juego realizando actividades como el refuerzo educativo.


Las ludotecas se convierten en un espacio de educación no formal muy útil para niños y adolescentes que no saben muy bien qué hacer fuera de la escuela. Y ¿qué mejor modo de invertir el tiempo que mediante actividades lúdicas y educativas?

Sin embargo, desde mi punto de vista, las ludotecas pueden y deben ir más allá de la atención a la infancia y la juventud, prestando una gran atención a los niños que carecen de recursos y se encuentran en entornos nocivos para los mismos, en los cuales los espacios donde jugar y aprender de un modo seguro fuera de la escuela brillan por su ausencia. Esto supone una suma de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de llevar a cabo conductas antisociales. Especialmente para estos niños, las ludotecas podrían ser un punto de inflexión frente a las carencias que pueden encontrar en su entorno y que les perjudican
gravemente.

Un claro ejemplo de la utilización de las ludotecas como prevención de conductas antisociales destinado a colectivos con falta de recursos es la de Ludotecas Comunitarias de las zonas ubrano-periféricas de Perú. El siguiente vídeo lo muestra a la perfección:









Sin embargo, todavia quiero ir más allá y plantear una cuestión: si el juego puede ser una herramienta educativa muy útil a la hora de trasmitir valores y conocimientos, precisamente porque nos permite hacerlo de un modo fácil y dinámico, ¿por qué no aplicarlo con otro tipo de colectivos como tercera edad, personas con diversidad funcional o adultos?

Las ludotecas están especialmente pensadas y destinadas a infancia y juventud, pero podría no ser descabellado aplicarlo con otros de los colectivos citados anteriormente y producir verdaderas mejoras en los individuos con los que interviniéramos como profesionales de lo social, pues para divertirse no existe edad y el juego puede llegar de verdad a una persona, independientemente de sus características.


¡Hasta pronto!

Brenda Sáez Serrano

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