viernes, 30 de mayo de 2014

Publicidad como activismo social

¡Buenas noches!

Cuando hablamos de arte como activismo social, me viene a la cabeza manualidades con objetos reciclados. No es que no entienda que es el activismo social, sino que, pienso, que el arte más común como activismo social es reutilizar materiales que no se pueden reciclar en algo bonito.
¿Qué os parece el bolso de la foto? Parece de una famosa celebriti, ¿verdad? Seguro que carísimo...
Pues no ha hecho falta ninguna inversión. Claro está que son chapas de latas de refrescos. Y está bien, el refresco a costado dinero, sí. Pero esas anillas se hubieran tirado sino se hubieran reservado a este fin.

Lo mismo está ocurriendo últimamente con la recogida de tapones para fines sociales. Muchos niños y adultos han recurrido a la ayuda social con el fin de que la sociedad recogiera tapones de plástico y conseguir miles de toneladas para canjear a cambio de dinero.

Generalmente quienes nos movemos en el ámbito de la educación y de lo social, estamos algo "en contra" de la publicidad. Ya que en primer lugar, casi en su complejidad, es una publicidad engañosa. Y en segundo lugar, los protagonistas de la misma suelen ser aquello que la sociedad considera "perfectos"

Por casualidad, hoy he visto una serie de imágenes de anuncios sobre problemas sociales. La tira de imágenes que os quiero presentar se aleja un poco de la publicidad común. Quizás contienen mensajes algo drásticos o duros, sin embargo, son reales.


Las víctimas de tortura son personas como tu y yo:



Su color de la piel no debe dictar su futuro:




La contaminación del aire mata 60.000 personas al año:




Para los sin techo, que cada día es una lucha:





Si tu no lo recoges ellos lo harán




Los depredadores sexuales pueden esconderse en el Smartphone de tu hijo:


Espero que, como a mí, os hayan hecho reflexionar estas imágenes. Os invito a que las enviéis a vuestros conocidos, con el fin de reducir un poquito dichas problemáticas. Aunque quizás no os lo creáis, pienso que elaborar los blogs, también es manera de activismo social.

¡Hasta la próxima!

Lucía Herraiz 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Metodologías de la Acción Social


    Rescatando reflexiones de Ezequiel Ander Egg.


    En clases anteriores aprendimos mucho sobre un texto de Ander-Egg, en el cual nos planteaba varias cuestiones sobre las metodologías de la acción social, pudiéndolas sintetizar en las siguientes ideas: 










    No obstante...¿qué hay detrás de cualquier metodología?

  "Detrás de cualqueir racionalidad científica hay marcos de referencia que condicionan como abordar el problema, proponer soluciones y aplicarlas" ( Ander-Egg). Nos referimos a los paradigmas, a las diferentes pautas que seguimos para conocer o actuar que sirven como marco de referencia u orientación, desde los que se mantienen determinados supuestos teóricos o metodológicos.

     En las Ciencias Sociales podemos destacar tres de ellos fundamentales:

     El Tecnológico o Positivista
     El Interpretativo o Hermenéutico
     El Dialéctico o Crítico


En el paragdigna Tecnólogico o la animación como Tecnología social, cabe señalar los siguientes aspectos:
  •  La ciencia y la realidad son objetivas.  Se confía en que la ciencia puede explicar la realidad, conformándose una fe optimista en el poder del conocimiento positivo para resolver los grandes probleas prácticos y liberarlo de los dogmas de la teología.
  • Los objetivos, los conceptos y los métodos de las ciencias naturales son aplicables a las ciencias sociales. Los problemas sociales tienen soluciones objetivas.
  • El compromiso del animador es profesional, no ético o político
  • El animador es un técnico que aplica aquello que han prescrito los teóricos. En la técnica no influyen los valores. Las técnicas se aplican en función de unos objetivos que sí tienen valores, para las técnicas son científicas y por tanto no están cargadas de valores. 
En el paradigma interpretativo o la animación como interacción social, encontramos como claves las siguientes ideas:

  • La realidad se crea y se mantiene a través de interacciones simbólicas y pautas de comportamiento que le confieren un sentido particular, al tiempo que cambiante.
  • El conocimiento surge de la sensibilidad de cada actor social, surge a partir de sus propias vivencias, que orientan a actuar de un modo u otro.
  • El animador, es un práctico, un mediador grupal que interpreta situaciones (teoriza) y favorece experiencias. Siendo el principal objetivo el desarrollo personal y colectivo.
Y Finalmente en el paradigma crítico o la animación como proceso político, hallamos las siguientes conclusiones:
  • La realidad social se constituye en la historia y es fruto de las tensiones e intereses contrapuestos de las distintas clases sociales y grupos humanos. Se critica la creencia positiva y metodológica de las ciencias naturales y sociales (la ciencia misma no es neutral y responde a intereses).
  • El animador es un actor social que desvela y recrea realidades y genera alternativas. Su objetivo es la emancipación de los individuos y las comunidades, la transformación social. Su tarea nunca es neutra, está comprometda política y socialmente.
 
    Ante todos estos paradigmas, nos plantemamos qué paradigma podría ser el más adecuado para un educador social.     
     Definitivamente, podemos afirmar que el paradigma que más se asemeja a nuestra labor como educadores sociales es el paradigma interpretativo por un lado y el crítico por otro, dejando en un segundo lugar el paradigma tecnológico. El educador, no puede limitarse únicamente a aplicar una receta a un paciente, debe de ser crítico en su trabajo, conocer la realidad que le rodea y tener un pensamiento propio y transformador, que le permita actuar para cambiar y mejorar la realidad de aquellas personas que requieren su ayuda. Su acción será la consecuencia del conocimiento, no cabe duda, pero no se basa simplemente en dicho conocimiento "teórico", sino en aquel que se adquiere por la experiencia, con el contacto con otras personas, con la práctica y la interpretación de la realidad.



¿Y vosotros, qué paradigma pensáis que debe de tener un profesional de la Educación Social?


AIDA ALBALÁ CALLEJAS






viernes, 23 de mayo de 2014

Teatro periodístico


Esta semana, con la finalización de las clases de la asignatura a partir de la cual surge este blog ha finalizado también la realización de la segunda parte del taller de teatro del que os hablé en mi última entrada. Si le echáis un vistazo veréis que ya os hablé de las potencialidades de tal  herramienta, por lo que esta vez seré más breve.


Cabe destacar que los puntos fuertes de esta sesión fueron las actividades realizadas en torno al teatro periodístico y el contacto entre los participantes del mismo. De este modo, se realizaron actividades de diversa índole:

-Actividades que crean un clima de soltura y confianza en el grupo positivo y necesario para la correta puesta en práctica del resto de actividades del taller. Algunas de estas fueron "el árbol y la hormiga", "la guía del ciego" y  "la copia de la imagen ciega".

-De nuevo volvió a ponerse en práctica el teatro imagen. Además también se realizaron actividades rítmicas para fomentar habilidades como la creatividad y la expresión corporal.




-Teatro periodístico. Consiste en la realización de representaciones creadas por los participantes tras el análisis y la discusión de las noticias de los diarios, que parten y pretenden mostrar de un modo u otro del contenido de estos diarios.




Entre las valoraciones sobre este taller destaca de nuevo la capacidad para relajar y hacernos pasar un buen rato además de aportar nuestro repertorio de actividades a realizar en un futuro en nuestra labor como educadores sociales. 

Por  ello, de nuevo:

¡GRACIAS!


Brenda Sáez Serrano.

sábado, 17 de mayo de 2014

Teatro: una potente e innovadora herramienta de intervención socioeducativa.


“El teatro nace cuando el ser humano descubre que puede observarse a sí mismo y, a partir de ese descubrimiento, empieza a inventar otras maneras de obrar. Descubre que puede mirarse en el acto de  mirar; mirarse en acción, mirarse en situación. Mirándose, comprende lo que es, descubre lo que no es e imagina lo que puede llegar a ser" Boal (2004).

¿Qué mejor manera de empezar esta entrada que de la mano de las palabras tan certeras? 

Se trata de una definición que nos habla sobre algo que en una entrada anterior ya os comenté: el Teatro del Oprimido. Como ya pudisteis comprobar con la lectura de dicha entrada, profundizar en el teatro como herramienta de intervención de un modo teórico fue algo realmente enriquecedor. Sin embargo, no todo quedó en la teoría, pues durante las dos semanas pasadas se han estado realizando talleres sobre el Teatro del Oprimido, de las cuales, aunque yo no he podido asistir por exceso de número de asistentes, he tenido la suerte de  aprender al ser informada gracias a mis compañeros.



¿Qué he aprendido? 

Sobre todo, me he reafirmado sobre lo que ya comenté y es la gran potencialidad del teatro como una herramienta de intervención social. La lectura de los blogs de mis compañeros de clase y la realización de una entrevista a uno de ellos lo demuestra:

"...además de servirnos para conocer de una forma mucho más dinámica y práctica una de las herramientas que podremos utilizar en nuestra futura vida profesional como educadoras sociales, nos ayudó a relajarnos..."  (Blog: Programas de Acción Sociocultural).

"Innovación porque no es común realizar un taller de teatro. Nuevas dinámicas que me han impactado gratamente. En definitiva, una herramienta más para trabajar con cualquier colectivo porque pienso que las dinámicas son totalmente adaptables a cualquier persona y grupo" (Compañero de clase).

Como podemos comprobar, ellos/as destacan aspectos del teatro como la innovación, la fácil adaptación a todo tipo de colectivos, la posibilidad de intervenir de un modo más práctico y dinámico, la capacidad de relajar... aspectos realmente positivos a la vez que necesarios en la práctica socioeducativa.

En lo que respecta a la realización del taller y dejando un poco de lado el teatro como herramienta de intervención, destacaré lo positivo de iniciativas como la comentada, las cuales son de gran ayuda para nosotros como futuros educadores sociales y nos posibilitan ver de un modo directo la aplicación práctica de la teoría dada en clase. Desde mi punto de vista, es así como realmente se aprende: aplicando la teoría mediante la práctica. Por ello, doy mi enhorabuena a tan brillante idea y aquí os dejo la opinión de algunas de mis compañeras de clase sobre esta iniciativa:

"Es una pena que no hayamos podido realizar un taller de este tipo hasta tercero de carrera, pues nos habría sido de gran ayuda el poder llevarlo a cabo en el primer curso de la titulación, ya que nos ha ayudado a poder conocernos más unos a otros y nos ha permitido dejar de lado el componente teórico de las clases, que tan pesado se nos hace, para poder trabajar el componente práctico, con el que todos hemos disfrutado y pasado una mañana muy amena, divertida y llena de sonrisas" (Blog: Programas de Acción Sociocultural).

Son palabras que reafirman lo ya dicho, además de destacar nuevos aspectos que fomenta el teatro: conocimiento mutuo y diversión.

Por último, os resumiré en unas líneas en qué han consistido estas sesiones sobre el Teatro del Oprimido.


En primer lugar, se realizaron ejercicios de relajación y de creación de un clima favorable para la posterior realización de actividades teatrales.

En segundo lugar, se realizaron actividades que fomentaban aspectos como la creatividad como el "teatro imagen" o la "cámara fotográfica". Así también, se realizaron actividades de representación de escenas que transmitieran sentimientos agradabables y desagradable


En tercer lugar, se aplicó el Teatro del Oprimido. Esto se realizó a través de una actividad en la cual se debía representar una situación que mostrara opresión. Esto dió pié a realizar una actividad posterior en la cual cada uno expresaba de un modo escenificado los sentimientos que le había suscitado el papel desempeñado en la escinificación posterior: opresor, oprimido o espectador. 

















Brenda Sáez Serrano.

jueves, 15 de mayo de 2014

La evaluación


¡Aquí estoy de nuevo!

Hoy os hablaré de un factor clave en todo proceso socioeducativo: la evaluación.

¿Por qué es tan importante?

Porque nos permite valorar de un modo u otro los efectos de nuestra intervención educativa y nos lleva a plantear propuestas de mejora. Algo, desde mi punto de vista, muy importante. Pues somos seres en continua construcción, y por lo tanto, también lo está nuestra labor como profesionales. La construcción y reconstrucción nos lleva a la mejora, una de las claves para el progreso.

Tal y como hemos visto en clase, existen distintos modos de plantear la evaluación:


Enfoque tecnológico.

Se trata de una visión que focaliza su atención en una serie de objetivos preestablecidos existentes en todo proceso educativo. De este modo, pretende determinar hasta qué punto esos objetivos han sido alcanzados. (Tyler, 1950).


Este enfoque comprueba aspectos como el grado de eficacia y persigue la máxima objetividad para dejar de lado otros aspectos como la ética y la moral y los intereses y preocupaciones de los participantes y destinatarios de los procesos educativos.

¿Por qué tanto énfasis en la objetividad?

No es más que un intento de aplicar modos de recogida de información (instrumentos de medida y procedimientos y diseños de análisis de datos) lo más fiables posible.

En educación todo está previsto y calculado minuciosamente, y como no puede ser de otro modo, será medido al detalle de un modo preciso y bien planificado.

Puede ser que tras leer estas líneas os haya venido a la mente la idea de la rigidez, de la falta de flexibillidad de este enfoque. De ser así, no os habéis equivocado en absoluto. Este enfoque de la evaluación  se centra tanto en lo previsto y preestablecido que no es capaz de evaluar lo no previsto y los efectos secundarios de todo proceso educativo.

Desde mi punto de vista, este enfoque comente un grave error al centrarse en el producto y dejar de lado el proceso, cuando es en éste donde suele darse lo más importante: el desarrollo de las habilidades, el crecimiento de cada persona. Los resultados finales no son lo más importante de un proceso educativo sino el modo en que se han obtenido esos resultados.

Enfoque orientado a la decisión.


Este enfoque, como su propio nombre indica, pretende obtener información para poder formar juicios y tomar decisiones acerca de la continuidad o mejora del programa. Algo muy adecuado y eficaz, pues como ya he dicho antes, el intento de mejora es clave en la calidad de cualquier intervención educativa.


A diferencia del anterior, este enfoque habla de la evaluación continua, es decir, tiene en cuenta todo el proceso: el antes, el durante y el después.


Evaluación = Valoración.

Esta vez nos alejamos completamente de la evaluación para valorar los resultados del programa o proceso educativo y nos centramos en el mérito o valor de aquello que evaluamos. Y en esa valoración no solo hay un evaluador, sino que se pasa a tener en cuenta a todos los participantes en el proceso educativo. Algo, a mi parecer, mucho más enriquecedor. 

Dentro de este enfoque existen muchas corrientes:









Técnicas e instrumentos de evaluación.

No solo hay variedad en cuanto al modo de enfocar la evaluación sino también en cuanto a las técnicas e instrumentos de evaluación. Algunas de éstas son el análisis de documentos, la entrevista, los cuestionaries, la observación, las técnicas de análisis en grupo y las técnicas creativas.





¿Con cuál nos quedamos? ¿Cómo evaluamos?

Lo ideal es recoger datos sobre todo cualitativos, pero complementarlos con cuantitativos, no evaluar solo productos sino también procesos, evaluar tanto lo previsto como lo no previsto y obtener una triangulación de datos de modo que contemos con información proveniente de distintos agentes implicados en el proceso. 


¡Hasta la próxima!

Brenda Sáez Serrano